Se profundiza el desescalamiento recíproco del conflicto armado en Colombia

  • Acciones ofensivas de las FARC se han reducido a niveles mínimos no observados desde hace 40 años.
  • También se observó el menor nivel de actividad ofensiva de la Fuerza Pública en contra de esta guerrilla, en la historia del conflicto en Colombia.
  • Se mantiene el nivel histórico promedio de combates en el conflicto.
  • Las muertes y los heridos asociados a la violencia de conflicto han tenido una drástica reducción de más del 50 % para ambos tipos de victimización.
  • Después de un periodo de renacimiento, el ELN desescaló el nivel de sus acciones violentas en los últimos tres meses.

Hoy se cumplen tres meses de vigencia de las medidas de desescalamiento recíproco del conflicto acordadas entre el Gobierno y las FARC. Durante este período, las acciones ofensivas de las FARC se han reducido drásticamente, a niveles históricos no observados desde hace 40 años. Esta reducción tanto de acciones ofensivas de las FARC como de operaciones militares en contra de esta guerrilla han llegado a niveles históricamente bajos, que no eran observados desde hace 30 años.

La reducción de operaciones militares en contra de esta guerrilla, se evidencia si comparamos el actual promedio mensual de acciones desde el inicio de las medidas bilaterales de desescalamiento del conflicto (43), con el promedio mensual desde el inicio de la fase pública del proceso de paz (76), lo que corresponde a una reducción del 43%. También observamos una reducción del 30% en el nivel de acciones, si es comparado con el promedio mensual desde 2010 (62 acciones).En este periodo de tres meses, el promedio mensual de muertes totales asociadas al conflicto, ha tenido una reducción del 82% (30 muertes en promedio), si es comparado con el promedio mensual desde 1975 (169 víctimas).

Esta reducción también se observa en el promedio mensual de víctimas que resultaron heridas, en el periodo actual el promedio de víctimas es de 25, mientras que el promedio mensual desde 1975 es de 74, lo que representa una reducción del 66%.

Niveles de cumplimiento de los compromisos

FARC

En el último mes se registró una acción violatoria atribuida al grupo guerrillero. Este ataque se registró en Corinto, Cauca, el pasado 24 de septiembre, en la que milicianos del frente 6 de las FARC, atacaron con arma de fuego a una comisión del Ejército, la Policía y el CTI que se encontraba realizando un operativo antinarcóticos.

En el ataque un soldado del Ejército resultó herido. La Fuerza Pública reaccionó, generándose un combate en el que no se reportaron víctimas. El comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, general Wilson Cabra, aseguró que posterior al combate, “personal de la región, población civil” bloquearon la salida de un vehículo adscrito al CTI, el cual “fue incinerado por el sexto frente de las FARC como por la población civil que estaba en la región”; tratando de evitar que fueran incautadas 2 toneladas de marihuana encontradas en un laboratorio perteneciente al grupo guerrillero.

Este evento guarda mucha similitud con la emboscada realizada por integrantes de la columna Miller Perdomo de las FARC, de abril pasado en Cauca, en la que 11 militares murieron y 20 más resultaron heridos, los guerrilleros buscaban proteger laboratorios de procesamiento de droga de la zona. Como hemos anteriormente mencionado, las columnas y milicias son uno de los mayores riesgos de seguridad para el proceso de paz, ya que han demostrado que están dispuestas a proteger sus intereses alrededor de la explotación de rentas ilegales asociadas al narcotráfico.

Han transcurrido trece semanas desde el inicio de las medidas de desescalamiento, en las que se ha observado un cumplimiento incompleto de los compromisos acordados en la mesa de negociaciones por parte de las FARC. En este periodo CERAC ha registrado cuatro acciones violatorias y tres eventos más los cuales requieren una verificación judicial sobre la presunta responsabilidad del grupo guerrillero en ellos.

En tales acciones violatorias se han reportado tres víctimas: un civil muerto, además dos civiles más y un soldado del Ejército resultaron heridos. Las FARC reconocieron una de estas violaciones, siendo éste el primer caso en que admite haber violado el cese al fuego unilateral.

Geográficamente las violaciones se registraron en los departamentos donde históricamente las FARC han ejercido influencia y han realizado acciones violentas: Cauca (2), Meta (1) y Nariño (1).

Potenciales violaciones

En este periodo se han registrado tres acciones con posible participación de las FARC (una emboscada y un hostigamiento a la Fuerza Pública; y un incendio de un bus de pasajeros intermunicipal), las cuales requieren verificación de las autoridades judiciales sobre la presunta autoría del grupo guerrillero. Tales acciones fueron registradas en Antioquia, Meta y Caquetá, y en ellas resultaron heridos tres policías. Cabe anotar que estas acciones se registraron en las dos primeras semanas del inicio de las medidas bilaterales de desescalamiento.

Acciones de la Fuerza Pública

En el último mes, se registró una reducción completa de las operaciones militares de la Fuerza Pública contra las FARC, en términos del uso de bombas (desde plataformas aéreas de entrega) contra campamentos del grupo guerrillero. La Fuerza Pública ha realizado un total de 38 acciones militares de tipo no violento, comprendidas en 26 destrucciones de artefactos explosivos instalados por las FARC, y 12 incautaciones de armamento en caletas.

Sin embargo, esta semana las FARC afirmó que el pasado 9 de octubre, la Fuerza Pública realizó un bombardeo aéreo contra un campamento guerrillero en La Uribe, Meta, en el cual no hubo reporte de víctimas. El grupo guerrillero ha denunciado bombardeos y constantes sobrevuelos militares sobre sus campamentos, pero estos eventos no han sido corroborado por otras fuentes. CERAC no ha podido corroborar independientemente la ocurrencia de este evento, por lo cual no se registra como una violación de los compromisos del Gobierno en el marco del desescalamiento.

Desde el inicio de las medidas de desescalamiento hace tres meses, se ha registrado un descenso en las operaciones militares en contra las FARC, no quiere decir que la Fuerza Pública haya suspendido sus acciones contra esta guerrilla por completo, en el periodo de análisis las operaciones militares en contra de esta guerrilla han sido de tipo no violento, en estos tres meses CERAC ha registrado 142 acciones comprendidas en incautación de armamento (40 acciones) y destrucción de explosivos (102 acciones).

El establecimiento de las medidas bilaterales de desescalamiento del conflicto armado, sí le ha permitido a la Fuerza Pública concentrar sus operaciones en contra de otros grupos armados con resultados contundentes, tales como las operaciones militares en las que murieron el máximo comandante del EPL, alias ‘Megateo’, realizada el pasado 2 de octubre, en zona rural de Hacarí, Norte de Santander; y la que se realizó en contra del jefe del GPDP Libertadores del Vichada, alias ‘Pijarvey’, realizada en zona rural de Cumaribo, Vichada, el pasado 27 de septiembre; además de las operaciones realizadas contra el Clan Úsuga en las que murieron el quinto comandante de este de GPDP, alias ‘Boris’ y el jefe en los municipios Valdivia y Yarumal de Antioquia, conocido con el alias de ‘Yeison’.

 

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Combates entre la Fuerza Pública y las FARC

En el último mes se registraron dos combates en Cauca y Meta, en los cuales no se reportaron víctimas. No se cuenta con información de la iniciativa en estos combates.

Este nivel de confrontación armada supone una reducción del 42% frente al promedio mensual de combates entre las FARC y la Fuerza Pública desde 1984 (24 combates) y una reducción del 56% frente al promedio mensual de enfrentamientos desde el inicio de la fase pública del proceso de paz (18 combates).

En el periodo -de 13 semanas- se han registrado 10 combates entre la Fuerza Pública y el grupo guerrillero, manteniendo un nivel similar si lo comparamos con el promedio mensual de combates durante los periodos de cese unilateral al fuego que ha realizado las FARC (10), pero este nivel es muy inferior si es comparado con el promedio mensual histórico desde 1984 (23 combates).

Si bien estos niveles de violencia con participación de las FARC son bajos, superan en un 50% a las acciones violentas realizadas por el grupo guerrillero en las primeras 13 semanas de su último cese unilateral (20 dic 2014 al 21 de feb 2015), periodo en el que se registraron 2 acciones violatorias de su cese. Si realizamos la comparación de este mismo periodo en términos de confrontaciones armadas contra la Fuerza Pública, observamos un incremento del 40%, pasando de 6 combates en el cese anterior a los 10 registrados en el actual cese.

Incidentes con artefactos explosivos

En el último mes se registraron cinco incidentes con artefactos explosivos o munición sin explotar, de ellos, uno fue atribuido al ELN, de los restantantes no se conoce información sobre los responsables. Sin embargo estos incidentes se registraron en Antioquia, Arauca, Putumayo y Tolima, zonas donde las FARC ejercen influencia.

En las últimas trece semanas se han registrado 19 incidentes con artefactos explosivos o munición sin explotar. La instalación de estos artefactos fue atribuida en 14 de ellos a grupos no identificados, tres al ELN y dos a las FARC. Estos incidentes atribuidos a las FARC fueron registrados en zonas donde históricamente ejerce presencia el grupo guerrillero, como son los departamentos de Cauca y Caquetá. En estos hechos tres civiles resultaron heridos.

Mapa medidas desescalamiento bilateral mensual 3

¿Y el ELN?

Desde el inicio de las medidas bilaterales de desescalamiento el ELN ha realizado 28 acciones violentas localizadas principalmente en los departamentos donde históricamente han ejercido presencia: Arauca (17) y Norte de Santander (5), aunque también se han registrado acciones en Casanare, Cauca, Cesar y Chocó. Los objetivos de estas acciones continúan siendo principalmente la infraestructura de hidrocarburos y vial, además de los objetivos de oportunidad de la Fuerza Pública.

Este nivel de violencia ejercida por el grupo guerrillero en este periodo es similar a los promedios mensuales de acciones violentas desde el inicio del proceso de paz entre las FARC y el Gobierno Nacional. En estos tres meses el ELN realizó 9 acciones en promedio cada mes, frente al promedio mensual de acciones durante la fase pública del proceso que fue de 10 acciones. Ahora bien, si este nivel promedio actual es comparado con el promedio mensual de acciones desde 1984 (14), se observa una reducción del 64%.

Análisis

Esta profundización del desescalamiento se explica no solo porque se mantienen los bajos niveles acciones ofensivas, sino porque al amparo estas acciones, el ELN que había renacido, ha reducido su nivel de acciones ofensivas. Así mismo, el desescalamiento generó y mantendrá un entorno favorable al avance de las negociaciones en La Habana. No es aventurado afirmar que tales avances no se hubieran podido dar sin esta reducción del conflicto.

La excepción a esta profundización son las acciones de combate. A juicio de CERAC estas acciones corresponden principalmente a encuentros fortuitos, más que a grandes operaciones militares ofensivas en contra de la guerrilla o grandes operativos bien de carácter de combate, o de carácter de emboscadas, o de carácter terrorista en contra de objetivos de la Fuerza Pública por parte de las FARC.

Y es precisamente esta excepción al desescalamiento la que ofrece los mayores riesgos en términos de generar potencialmente un evento de altos niveles de letalidad, que pueda sumir de nuevo en una crisis al proceso de negociación y a los diálogos, como sucedió con el evento en Buenos Aires, Cauca el pasado 14 de abril.

Así las acciones dirigidas al interior de la mesa de negociación para reducir la movilidad de las FARC en términos de acuerdos adicionales de desescalamiento son fundamentales para neutralizar los riesgos que puedan llevar de nuevo a una crisis a la negociación.

En segundo lugar están las acciones dirigidas a reducir las actividades de búsqueda y captura de rentas criminales por parte de la guerrilla incluyéndose dentro de éstas, acciones dirigidas a la extorsión y la explotación de rentas derivadas de maderas preciosas y la explotación de recursos no renovables como el oro y la plata y el platino. Las acciones de la Fuerza Pública para combatir tales actividades pueden generar -como lo han generado en el pasado- confrontaciones directas con las FARC.

Finalmente, en términos de acciones de desescalamiento se puede considerar un amplio menú adicional que lo profundice aún más.

Desde la perspectiva de las FARC concretar la oferta de la suspensión de reclutamiento puede ser un primer paso, al cual puede sumarse la suspensión de la fabricación y colocación de artefactos explosivos en minas antipersonal; la concentración en lugares designados de restricción de la movilidad; la reducción de operaciones de reconocimiento y ocupación de área; la suspensión de acciones de consecución de información de inteligencia con carácter ofensivo; mantener la suspensión ya anunciada de actividades de entrenamiento militar; y finalmente, al inicio de las labores dirigidas a la transición, en particular, a la preparación de inventarios de armas, municiones y explosivos, el reconocimiento de sus tropas (orden de batalla).

En el caso de las FARC otra gran contribución a la reducción del riesgo del desescalamiento es el desmonte o asumir internamente en el mando de los frentes, las columnas móviles y milicias. Además, para reducir el riesgo de confrontación con fuerza pública de Naciones vecinas ofrecer no utilizar el territorio Panamá Venezuela Ecuador Perú y Brasil para campamentos, trasiego de armas y operaciones.

Desde la perspectiva de la Fuerza Pública hay acciones de carácter humanitario, relacionadas con las condiciones de los prisioneros en las cárceles colombianas pertenecientes a las FARC, dirigidas a acercarlos a sus lugares de origen, mejorar sus condiciones de comunicación y la capacidad de organización. Además es necesario mantener la reserva de la autorización presidencial para lanzar operaciones militares en contra de objetivos de las FARC.

Igualmente se puede extender la suspensión, más allá de los bombardeos, de cierto tipo de acciones militares ofensivas en contra de ciertos objetivos de las FARC, manteniendo las condiciones de protección de la población civil, la infraestructura y la prevención de atentados con contenido terrorista, que eventualmente puedan realizar algunos de estos grupos de las FARC.

Todas las anteriores medidas para ser sostenibles deben ser acordadas en la mesa de negociación.

Subsisten riesgos en materia de violencia política electoral y de violencia relacionada con conflictos de tierras, que no emergerán en un eventual posconflicto, sino que ya han comenzado a emerger. En el caso de los conflictos de tierras existe evidencia circunstancial de involucramiento de miembros de las FARC.

Vale la pena resaltar, que a diferencia de las elecciones de 2010 hacía atrás en las cuales hubo presencia activa de la guerrilla de las FARC en contra de la jornada electoral -mediante acciones violentas y de sabotaje-, en esta ocasión no hemos registrado ninguna acción de las FARC en ese sentido, aún cuando existe evidencia circunstancial en que sí se han presentado condiciones dificiles de acceso para aquellos grupos políticos de oposición a la negociación en algunas zonas del conflicto, al amparo de este desescalamiento si ha aumentado la violencia electoral previa a la jornada de manera sustancial.

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