Monitor del Cese el Fuego Bilateral y de Hostilidades

Reporte mensual número 3

Periodo de monitoreo: del 29 de octubre al 28 de noviembre de 2016

Tres meses del cese el fuego bilateral: cumplimiento casi total.

Después de ochenta días de cumplimiento íntegro del cese el fuego, se registró un combate entre la fuerza pública y las FARC violatorio de los compromisos del protocolo de dicho cese.
En tal enfrentamiento armado murieron dos guerrilleros.
No se conocieron acciones violatorias que pudieran afectar a la población civil o que llegaran a generar riesgos humanitarios dentro y fuera de los Puntos de Pre Agrupamiento Temporal (PPT).
Se registraron dos reportes de acciones violentas en zonas de reciente presencia de las FARC, los cuales deben ser verificados para descartar la responsabilidad en tales hechos de este grupo. En ninguna de las dos acciones se reportaron víctimas.
Se registró un reporte de extorsiones y reclutamientos atribuidos a grupos disidentes del grupo guerrillero, que afectaron a la población civil. Sin embargo, ni la ocurrencia de tales acciones ni su autoría pudieron ser corroboradas por otras fuentes de información.
Ninguna de las partes realizó acciones ofensivas violatorias que afectaran el funcionamiento del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) o de los PPT.
Ninguna de las dos partes realizó acciones que atentaran contra la integridad moral de la contraparte.

Desde el pasado 29 de agosto existe un cese el fuego bilateral,que, inicialmente, se reguló a partir de lo establecido en el Acuerdo del 26 de agosto. Luego, ante el triunfo del No en el plebiscito, el protocolo provisional acordado el 13 de octubre entre las partes comenzó a regular el cese el fuego. CERAC realiza el monitoreo del cese el fuego bilateral con las FARC, con base en las reglas definidas en tal protocolo, el cual contiene las reglas que definen y regulan el cese el fuego (ver nota metodológica).

Primera violación al cese el fuego en tres meses

En la vereda Mina Golfo de Santa Rosa, Bolívar se presentó un combate entre el Ejército y guerrilleros de las FARC. Mediante un comunicado, el Ejército señaló que la Fuerza de Tarea Marte recibió información que daba cuenta de “la presencia de unos individuos armados y uniformados, que adelantaban actividades ilícitas”. Así mismo indicó que, presuntamente, estos hombres pertenecían al ELN y que estarían extorsionando a ganaderos, mineros y comerciantes de la zona.

Luego de recibir esta información, el Ejército realizó un operativo que generó un combate en el que murieron dos guerrilleros y uno más decidió entregarse. Tras su rendición, este hombre manifestó “que él y los otros dos sujetos, pertenecían al frente 37 de las FARC, y entregó información exacta sobre las actividades ilegales que realizaban en la zona”. El Ejército indicó que el enfrentamiento se produjo a 68 kilómetros de la zona de pre agrupamiento más cercana.

El jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, afirmó que sostuvo una comunicación con Iván Márquez, quien le informó que los guerrilleros «iban en camino a la zona de pre agrupamiento». De la Calle expresó que en cualquier caso, esta situación demuestra que el cese el fuego «sí es frágil» y que «no podemos demorarnos, si hay un nuevo acuerdo, si tenemos una nueva oportunidad de terminar el conflicto en Colombia, no podemos desaprovechar esa oportunidad». A la fecha de producción de este reporte, el MMV no ha emitido un dictamen sobre este hecho aclarando que, según la situación que se presentó, las partes estaban obligadas a “no entrar en contacto armado” y a “mantener la disciplina y control de las unidades a fin de no generar actos o incidentes que pongan en riesgo el cese al fuego”.

Cabe recordar que antes de este enfrentamiento, el anterior combate entre el Ejército y las FARC ocurrió el 8 de julio en La Uribe, Meta, en el cual tres guerrilleros resultaron heridos. Desde entonces, transcurrieron 131 días sin enfrentamientos armados.

A la fecha han transcurrido 170 días sin acciones ofensivas, entendiéndose como acciones unilaterales aquellas realizadas contra el bando contrario y que sean violatorias de los compromisos establecidos en el protocolo de cese el fuego bilateral del 13 de octubre de 2016.

Según los criterios metodológicos por medio de los cuales CERAC realiza el monitoreo del cese, así como por la información disponible sobre esta violación, en ella se registran tres contravenciones a los compromisos establecidos (ver nota metodológica).

Por un lado, se viola uno de los compromisos de carácter militar que asumen ambas partes: no “entrar en contacto armado”.

Por otro lado, las FARC incumplen sus compromisos de: no “hacer presencia armada y uniformada en cualquier lugar diferente a los PPT acordados, sin previa coordinación con el MMV” y no “realizar actividades ilícitas para la financiación de la organización”.

Como CERAC lo señaló anteriormente, las frágiles condiciones del actual cese bilateral permiten que los riesgos de seguridad persistan, sobre todo por la falta de capacidad suficiente de monitoreo y verificación a nivel local y por el hecho de que no se ha iniciado la implementación de los acuerdos en lo relacionado con la dejación de armas y el periodo de ubicación en las Zonas de Normalización.

Así mismo, la flexibilidad de los controles para la entrada y salida de los PPT incrementan el riesgo de que miembros de la guerrilla puedan realizar acciones violentas o criminales de forma individual sin que sean controladas o puedan ser atribuidas a la organización guerrillera. Esto último está relacionado con el incremento de un riesgo de descomposición o desarticulación de las FARC, el cual ya se ha materializado con la deserción de varios integrantes.

Presuntas extorsiones y reclutamientos

Si bien en el tercer mes de implementación del cese no se registraron reportes que hagan mención al hecho de que las FARC continúan extorsionando, hubo un reporte emitido el 11 de noviembre por la Defensoría del Pueblo a través de su Sistema de Alertas Tempranas, que advierte sobre “los riesgos de reclutamiento forzado, accidentes por minas antipersonal, extorsiones e intimidaciones de un grupo disidente Frente Primero de las FARC en los municipios de Mitú, Carurú y Taraira, Vaupés». Esta situación no pudo corroborarse con otras fuentes de información. En los anteriores meses se registraron seis reportes pendientes de verificación.

Acciones no atribuidas a las FARC y realizadas por personas no identificadas, en zonas en las que hay presencia violenta del grupo guerrillero

En el último mes se registraron dos acciones violentas que, si bien no fueron atribuidas a las FARC, se realizaron en municipios donde existe presencia del grupo guerrillero y, por tanto, deberían ser, a juicio de CERAC, objeto de verificación para descartar la eventual responsabilidad de ese grupo en ellas. En estas acciones fue amenazado un líder de pescadores del Huila y no se reportaron personas muertas o heridas.

Un grupo armado no identificado hostigó la base militar ubicada en San Calixto, Norte de Santander; no se reportaron víctimas. En los últimos tres años, CERAC registra presencia violenta de las FARC, el ELN, el EPL y Los Pelusos.
En el Hobo, Huila, Gildardo Rojas, líder de los pescadores del lugar, fue amenazado mediante un panfleto. En los últimos tres años, en este municipio, CERAC registra presencia violenta de las FARC.

Desde que inició el cese el fuego, CERAC ha registrado once acciones violentas que deben ser verificadas ya que ocurrieron en zonas de presencia histórica de las FARC y pudiesen ser atribuidas o eventualmente responsabilidad de ese grupo.

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