A mediados de 2007, se lanzó el álbum Instant Karma: The Amnesty International Campaign to Save Darfur, una recopilación de las más grandes obras de John Lennon interpretadas por artistas de talla mundial. El objetivo de esta producción, parte del proyecto Make Some Noise de Amnistía Internacional, era convertirse en el combustible de activistas y en la fuente de financiación de la campaña en contra de la violencia y el conflicto civil (una guerra entre etnias, principalmente) que se vivía en Darfur, región occidental de Sudán.

Seis años después, ya no se habla de un conflicto enmarcado en diferentes ideologías religiosas como se hacía a principios de siglo (y tal como se dio en la Segunda Guerra Civil Sudanesa), se sabe que casi todos los sudaneses son musulmanes. Hoy, en Darfur, los árabes antagonizan el genocidio de la población afro de la región.

Para entender el conflicto en Darfur
Aparición:

  • Nació de las ruinas dejadas por la Segunda Guerra Civil en Sudán.
  • Se fortaleció por las disputas entre las etnias por los escasos recursos naturales de la región, especialmente por el agua.
  • En el norte de Sudán, la población es árabe. Darfur, es la única región donde conviven pueblos árabes y afros, sin embargo, los últimos no reciben tanta atención por parte del gobierno (también árabe).

Actores:

  • Los Yanyauid, “diablos a caballo”, son un grupo paramilitar conformado por árabes quiénes han sido señalados por la ONU por sus crímenes en contra de la humanidad. Son los principales victimarios del conflicto que han recibido dotaciones de armas por parte del gobierno.
  • La población afro, considerados rebeldes por los árabes, está representada por cuatro movimientos que buscan la “liberación de Sudán”. Son grupos diezmados que han perdido su poder

Eventos:

  • En febrero de 2003, se visibilizan ataques por parte de grupos rebeldes como el Frente de Liberación de Sudán al gobierno árabe del momento.
  • En abril de 2003, los rebeldes se toman una ciudad fronteriza con Chad y atacan uno de los principales aeropuertos del país.
  • A mediados del año, la guerra se comenzaba a extender hacia el este. El gobierno comienza a apoyarse en la fuerza aérea, bombardeos masivos y los Yanyauid. Casi todas las aldeas no árabes de la región, fueron destruidas.
  • En el 2004, Chad promovió un acuerdo de alto al fuego que fue irrespetado desde el momento en que se firmó.
  • Desde el 2006, tropas pacíficas de la ONU actúan en el territorio sin mucho éxito debido a la fuerte oposición sudanesa.

Cifras:

  • Se estima que alrededor de 480,000 personas han muerto desde el 2003.
  • Alrededor de 2,8 millones, han sido desplazadas.

Los cuatro grandes problemas del conflicto

1. Desplazamiento

Durante los primeros cinco meses de 2013, se contabilizaron alrededor de 300,000 refugiados de comunidades no árabes en el país, cifra mayor que la presentada durante los dos años anteriores. A su vez, 1,4 millones de personas que han sido desplazadas durante casi diez años, no tienen un sitio para vivir.

Adicionalmente, se ha reportado que los centros que reciben a refugiados no cuentan con las herramientas para satisfacer las necesidades básicas de las personas que viven en la miseria.

Este desplazamiento forzado no sólo condena a los afro de Sudán a vivir en condiciones infrahumanas sino que ha generado roces con países vecinos en tanto que muchas veces las poblaciones llegan hasta las fronteras con otros países en busca de auxilio.

2. Relaciones internacionales

El hecho anterior, el desplazamiento, ha expandido los límites tanto del conflicto como de la pobreza que ahora migra hacia Chad y la República de Sudán del Sur, creando roces entre los dirigentes de los tres países.

Es importante recordar que Chad, al verse amenazado por la violencia en Sudán, fue uno de los promotores del fallido acuerdo de paz en el 2004 y que Sudán del Sur se independizó de Sudán después de la Segunda Guerra Civil del país.

El conflicto entonces no sólo está enmarcado dentro de los límites de una zona desértica o de una etnia específica sino que comienza a afectar relaciones diplomáticas que aunque son frágiles, se han mantenido estables durante este siglo.

3. Escasez

La escasez constituye uno de los principales problemas que estudian las ciencias económicas en tanto que implica distribuir un recurso limitado, entre las necesidades ilimitadas de la sociedad. Ese recurso nunca es suficiente y esa distribución puede no ser eficiente en el sentido ético de la expresión.

Ahora bien, en el occidente de Sudán, las fuentes de agua dulce son limitadas y el territorio está erosionado. Las aldeas que viven en Darfur están compuestas por agricultores cuya materia prima está en deplorables condiciones. Es a estas personas a las que el Gobierno de Sudán les da la espalda y no sólo las condena a vivir bajo el yugo de otros “más fuertes” sino a morir por inanición.

Es cierto que las condiciones geográficas se convierten en el principal enemigo del desarrollo económico, ¿pero acaso todos los países viven de la agricultura? ¿El gobierno no tiene presupuesto suficiente para tecnificar los cultivos o crear diferentes formas de sustento? ¿Por qué la poca agua que hay termina en los pueblos árabes?

4. Su líder político

Pareciera que para postularse como presidente de algunos países africanos, la principal condición fuera tener un perfil apto para ser investigado por cortes internacionales criminales (Kenya, Uganda o Libia, por ejemplo).

Omar al-Bashir, presidente de Sudán, árabe, recibió una orden de arresto por la Corte Criminal Internacional en marzo de 2009, la cual no se validó nunca por falta de pruebas contundentes. Después de ser acusado por apoyar a los Yanyauid y por cometer crímenes en contra de la humanidad, expulsó a más de una decena de ONG del territorio nacional.

Llegó al poder en 1989 después de un golpe de estado durante la Segunda Guerra Civil Sudanesa, fue su gobierno el que logró firmar el acuerdo que acabó con esa época de violencia en el país. Desde entonces ha ostentado el título que fue reafirmado después de las votaciones en el año 2010.

¿Qué le queda a Darfur?

Pareciera que la ayuda que se le brinda a Darfur se limita a dar a conocer el problema a través de un buen número de campañas que intentan hacerlo visible para el mundo. La ONU, después de tantas intervenciones, no ha logrado disminuir la violencia ni ayudar a los refugiados. La Corte Criminal no ha conseguido demostrar la relación entre el presidente y los grupos paramilitares. Las ONG, una vez expulsadas, dejaron de luchar por los derechos desde adentro.

Al hablar de Darfur se hace referencia a una zona marginada por su propio gobierno, el cuál, dados los hechos que se han presentado y la naturaleza del conflicto, se basa en argumentos discriminatorios para ignorar lo que organizaciones internacionales le reclaman: el mundo ya vio un genocidio en masa que terminó por convertirse en una guerra mundial, una acción que es calificada como deplorable por casi toda la humanidad. ¿Cómo es posible que se repita en pleno siglo XXI?

Pensar en soluciones del conflicto se convierte casi en una utopía, consiste en salvar a una raza entera pero eso sólo podría hacerse si el que está a cargo de su bienestar es alguien a quien en realidad le importe, alguien que no se base en tradiciones culturales o en el tono de piel o en la necesidad de una supremacía racial o de poderío.  La rebelión pudo haber comenzado por la pobreza, la escasez y la marginalidad que se vivía en la región, pero ahora tiene un tinte diferente que radica en diferencias étnicas. Darfur no va a sobrevivir si su líder no es reemplazado y, con él, la percepción del pueblo árabe frente a sus compatriotas.

Seis años después de Make Some Noise, el Give Peace a Chance se quedó atascado en la garganta de Steven Tyler, Amnistía Internacional no está en Sudán y el conflicto continúa recrudeciéndose y cobrando vidas en las peores maneras posibles.

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