En la vereda La Esperanza del corregimiento Timba, municipio de Buenos Aires, Cauca, sobre la medianoche de ayer guerrilleros de la columna móvil Miller Perdomo de las FARC, atacaron con artefactos explosivos, tatucos y fusil de largo alcance a un grupo contraguerrilla perteneciente a la Tercera División del Ejército, que se encontraba en un polideportivo resguardándose de la fuerte lluvia que se presentaba en la zona.

Como consecuencia del ataque murieron 11 militares y 19 más resultaron heridos, 2 de ellos se encuentran en condición crítica. Las víctimas fallecidas fueron identificadas como Sargento Diego Benavides, y los soldados profesionales de apellidos Payán, Páez, Turriago, Prado, Puentes, Blanco, Guerra, Prado y Laquilado (un soldado aún no ha sido identificado).

Esta acción constituye la undécima violación al cese autoimpuesto de las FARC, el cual inició el pasado 20 de diciembre de 2014. Así mismo este evento es en el que mayor número de víctimas se han registrado desde el inicio del proceso de paz (18 de octubre de 2012).

Esta zona es de una considerable importancia estratégica debido a que por su localización es paso obligado para la salida del Alto Naya hacia el océano pacífico. Además de esto, en la zona se realiza procesos de minería ilegal e informal y por tal razón históricamente tenían presencia de grupos de crimen organizado quienes realizaban el control de las actividades ilícitas en la región.

Sin embargo, desde hace aproximadamente 20 meses ha prevalecido un dominio de las FARC (2 columnas y 1 frente), luego de múltiples disputas con los grupos de crimen organizado y GPDP que operaban en la zona.

Así mismo se ha evidenciado en los últimos dos años un despliegue militar de unidades pertenecientes a una brigada móvil orgánica de la Tercera División del Ejército, con la que se han realizado diferentes operaciones con el fin de retomar el control de la zona.

Debido a este ataque, el presidente de la República Juan Manuel Santos, ha ordenado levantar la orden de suspensión de los bombardeos a los campamentos de las FARC y pidió a las Fuerzas Militares desplegar todas sus unidades con el fin de dar con los responsables del ataque. El presidente señaló que esta emboscada fue realizada mientras los soldados dormían y estaban en estado de indefensión, en palabras del primer mandatario los soldados fueron “masacrados”.

Según el presidente esta fue una clara violación al cese unilateral de las FARC, y recordó que la condición principal para mantener la orden de suspensión de los bombardeos era precisamente que el grupo guerrillero no violara su cese autoimpuesto.

Santos además pidió acelerar las negociaciones en La Habana, con el fin de evitar que este tipo de acciones se repitan; pero además le advirtió a las FARC: “no me voy a dejar presionar por este tipo de ataques para decrete un cese al fuego bilateral. Este cese bilateral se dará siempre y cuando se llegue a un acuerdo de paz definitivo y sobretodo verificable”.

En este mismo sentido se expresó el Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, calificando el ataque de las FARC como un “crimen de guerra y lesa humanidad” y además que fue “un asesinato de persona protegida y en estado de indefensión”.

Esta grave acción de las FARC genera un costo muy alto para el proceso de paz, principalmente en el apoyo ciudadano, el cual era mayoritario en gran parte por la decisión del cese unilateral de las FARC y por la reducción sustancial de la violencia de los últimos 3 meses.

Así mismo, este hecho demuestra que el Secretariado en este momento tiene muy bajo control operativo sobre sus unidades guerrilleras, principalmente de las columnas móviles y grupos de milicianos, quienes han demostrado ser el mayor obstáculo de este proceso de paz.

Es importante que el Gobierno nacional presione a la guerrilla en la mesa de negociación para que haga una cesación completa de su violencia. Sin embargo, es primordial que se proteja el proceso de negociación, ya que aunque ha visto un aumento significativo de la violencia en el último mes, aún mantiene unos niveles mínimos históricos de violencia asociada al conflicto.

Es de esperarse que pueda darse una suspensión de la agenda de negociaciones y que la misma sufra algunos cambios.

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